Domingo a la tarde, 4 o 5 pm. Cabildo casi vacío bañado por ese solcito afable pre vespertino. Y yo buscando una librería para comprarme un libro: si se hubiera tratado de una búsqueda aleatoria, habría ido a El banquete de libros en Céspedes/Cabildo, pero estaba yendo a comprar Cloud Atlas, de David Mitchell. Sin apuro, caminando despacito al sol, fotosintetizando.
Escucho un ruido raro, divertido... bajito, tímido. Al buscarlo con la mirada, me encuentro con los ojos de un chiquito que venía caminando en dirección contraria a mí, de la mano de su papá (que estaba apurado, e intentaba callarlo vagamente cada tanto). Aaaaaauuuuuuuuuu aau aauuuu *ahuyidos* , al ver que lo vi, bajó el volumen repentinamente pero me tiró una mirada cómplice y los dos estallamos (de risa) en silencio.
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/*/ (yo también ahuyaba de chiquita), me conmoví.