"Me dirijo
temblorosamente a eso tan desconocido como familiar. Desconfío que alguien lo conozca; pero de cuyo nombre todos hemos oído. ¿Será posible?
Tratando de no
apurar. Tengo ganas de correr pero mis fantasmas me pisan los talones. No
tendría. Pero quiero. Pero no puedo. Quiero ir, pero temo de que por cada paso acertado, más cierto sea que no es
verdad. Miedo de comprobar. Ganas de probar…
Presente. Presiento. Siento. Te.
Nubes. ¿Nubes?
Pero estoy con los ojos cerrados. ¡¿Cómo sé si están?! Los cierro con fuerza. Prefiero ignorar que están antes de que no esten...
El temor me
retiene (Y Esas olas que no te dejan volver a la orilla). Me agarra, me protege.
Pero me priva... Me priva… No. Me preserva. Preservarme es sagrado. Y yo soy del mar. Quiero ir al fondo y
quedarme quieta. Quiero ser una masa de agua inmensa y refugiarme en mí. Ya no
quiero caminar más... y acercarme lo suficiente para que resulte ser un espejismo... "
Y así nuestro querido protagonista y autor, asumió lo peor y se escondió abajo de una piedra. Sin saber.
Y así nuestro querido protagonista y autor, asumió lo peor y se escondió abajo de una piedra. Sin saber.